Nociones fotográficas - Factores a tener en cuenta para hacer fotografías de paisajes

En nuestro último ‘post’ os hablábamos de la fotografía de paisaje y hoy vamos a destacar varios factores que tenemos que tener muy en cuenta:

Composición
El momento del día
Encuentre el mejor ángulo
De horizontal a vertical
Longitud focal del objetivo para paisajes
Ser creativo
Una perspectiva diferente de la misma

1- COMPOSICIÓN

La composición es una de las claves para lograr una fotografía de paisajes magnífica. Usa la ‘regla de los tercios’ como punto de partida. Imagina una cuadrícula dibujada en el visor de la cámara: dos líneas verticales y dos líneas horizontales que crean cuatro intersecciones. Intenta colocar tu sujeto principal en una de esas intersecciones para producir una composición potente.

2- EL MOMENTO DEL DÍA

La segunda clave de la fotografía de paisajes es la iluminación. La primera hora de la mañana y la última de la tarde son muy buenos momentos para realizar fotografías. El sol está bajo en el cielo, las sombras son alargadas y la luz tiene una calidez que hace que los objetos iluminados resulten atractivos. No obstante, no te limites a esas horas. El periodo tras una fuerte tormenta eléctrica, con un cielo amenazador, proporciona imágenes muy atmosféricas.
Las sombras cortas y el mayor contraste del sol de mediodía favorece mucho a algunos sujetos.
Capturar imágenes con la bruma del amanecer también son muy interesantes.

3- ENCONTRAR EL MEJOR ÁNGULO.

Se logra una visión diferente si cambias la perspectiva de la cámara en relación al paisaje. Por ejemplo, encuadrar un paisaje desde lo alto de una colina para
tener mayor perspectiva. También se pueden conseguir fotos que causen un impacto si se captura un punto de interés en primer plano a solo unos centímetros de la cámara y del suelo. Intentar encontrar una zona de color para llenar el primer plano; por ejemplo, un macizo de flores.
Con el ángulo bajo, el primer plano dominará la imagen y el resto del paisaje parecerá más lejano de lo habitual. El resultado es impactante porque normalmente no vemos las escenas desde ese punto de vista.

4- DE HORIZONTAL A VERTICAL

En la mayoría de los casos, los paisajes se suelen capturar en formato horizontal. De esta forma, la anchura de la imagen es mayor que la altura. Este formato funciona bien con la mayoría de paisajes, ya que normalmente queremos capturar una amplia expansión de la escena, de izquierda a derecha. No obstante, no nos olvidemos del formato vertical. Suele funcionar bien cuando hay un sujeto alto, pero también puede ser eficaz porque da una interpretación menos familiar del paisaje.

5- LONGITUDES FOCALES DEL OBJETIVO PARA PAISAJES

Podemos obtener tomas muy buenas utilizando desde un angular extremo hasta un teleobjetivo medio. Hay quien defiende que mejor un tele medio, los hay que defienden los angulares o grandes angulares… Cualquier ép0ca es buena, siempre y cuando se componga bien.

Más importante que la longitud focal es el campo de visión que el objetivo proporciona con la cámara. Las longitudes focales cortas proporcionan un campo de visión amplio. Suelen ser recomendables para la fotografía de paisajes porque el campo de visión abarca una amplia expansión del paisaje.

Las longitudes focales largas proporcionan un campo de visión estrecho, que aísla solo una pequeña área de la escena. Son menos adecuados para el trabajo con paisajes, pero pueden ser eficaces si deseas destacar un aspecto particular de la vista o eliminar las áreas menos atractivas.

6- SER CREATIVO

Lo mejor de los paisajes es que no se mueven de donde están. Puedes tomarte tu tiempo para configurar la cámara y asegurarte de que la composición es la correcta. Por ejemplo, al utilizar una velocidad de obturación lenta, con la cámara sobre
un trípode firme, todo lo que esté estático en la escena aparecerá nítido, pero los sujetos en movimiento, como las briznas largas de hierba o las hojas movidas por el viento, aparecerán borrosos.

7- UNA PERSPECTIVA DIFERENTE DE LA MISMA VISTA.

Se puede crear un interesante conjunto de imágenes volviendo al mismo lugar varias veces durante el año para capturar un paisaje a lo largo de las estaciones. Intenta buscar un lugar para la cámara que sea fácil de localizar de una vez a la
siguiente: una piedra específica de un muro bajo, por ejemplo, o un punto intermedio entre dos árboles fácilmente reconocibles.

Después de daros estas pautas os explicamos el equipo que es necesario para realizar estas instantáneas de paisajes:

Cámara: lo ideal es una réflex por el juego que da a la hora de manejar parámetros manuales y accesorios, pero también podemos hacer buenas fotos con una compacta.
Objetivos: podemos obtener tomas muy buenas utilizando desde un angular extremo hasta un teleobjetivo medio.
Filtros: el más importante quizá sea el polarizador que nos ayudara a resaltar las texturas de las nubes y los colores del paisaje. También nos puede venir bien un filtro de densidad neutra para bajar la luz y subir el tiempo de exposición.

Trípode: Es imprescindible para poder realizar fotos a baja velocidad para bien ser creativos o para cuando las condiciones de luz son escasas. Este ha de ser liviano.

Disparador de cable: para hacer las fotos de larga exposición y minimizar la trepidación. Recordad que si no tenéis podéis utilizar el viejo método del retardo de disparo, es más pesado, pero da iguales resultados que el cable.

Intervalómetro: te hace la vida mucho más fácil si vas a capturar rayos. Indispensable si se te ocurre hacer un timelapse espectacular de esa nube creciendo.

Flash: nunca se sabe la utilidad que se le puede dar. Nos puede ayudar para destacar un primer plano.

Baterías cargadas y tarjetas de memoria vacías. Un disco duro para hacer copias cuando llenemos las tarjetas tampoco estará de más.

Además del equipo, os dejamos una serie de consejos muy prácticos:

-Utiliza la mayor profundidad de campo que puedas. Mientras que en otro tipo de fotos se juega con la profundidad de campo, utilizando esta faceta como un elemento compositivo más, la fotografía paisajística se caracteriza por aplicar, por regla general, la mayor profundidad de campo posible, manteniendo nítida toda la foto. Recuerda que para conseguir una gran profundidad de campo debes cerrar el diafragma del objetivo de tu cámara.

-Utiliza un trípode. Como probablemente cierres mucho el diafragma, tendremos que utilizar tiempos de exposición largos. Este ha de ser ligero pero robusto.

-Identifica un centro de interés. Recuerda que toda buena foto debe tener un centro de interés. Identifica uno dentro de tu paisaje. Puede ser el pico de una montaña, una roca, un árbol, una silueta, … También recordar situarlo bien dentro de la fotografía. Para ello aplicar la regla de los tercios.

-Piensa en el fondo. Cuidar mucho el fondo. Analizarlo con detenimiento, viendo donde situamos los puntos de interés, si utilizamos líneas rectas o curvas para conducir la atención en la foto, ver de qué manera vamos a crear sensación de profundidad, … No debemos olvidar tampoco mantener recto el horizonte.

-Tener en cuenta el cielo. En la mayoría de fotografías de paisajes hay un elemento predominante: el cielo o la tierra o el mar. Si vemos que el cielo no aporta demasiado a la foto, lo suyo es dejar un solo tercio de la fotografía para el cielo, mientras que, si el tipo de cielo que estamos sacando es el elemento predominante, por la forma de sus nubes, por el color en función de la hora del día, …, lo suyo es darle dos tercios de la foto para resaltar su importancia.

-Líneas. Gracias a las líneas podemos dar a la imagen sensación de profundidad y escala de tamaño, además de poder ser, en sí mismas, el centro de interés de la fotografía.

-Capturar el movimiento. El movimiento que se pueda producir a nuestro alrededor puede añadir a la imagen sentimiento o drama, y crear en sí mismo un centro de interés. El viento que mueve los árboles, las olas en el mar o la corriente de un río son ejemplos de movimiento que encontramos continuamente en la naturaleza y que podemos recoger en nuestras fotos. Para capturar ese movimiento tendremos que utilizar velocidades de obturación bajas, lo que nos obligará a cerrar más el diafragma para contrarrestar la cantidad de luz que entra a través del objetivo y puede que algún tipo de filtro para reducir la luz, salvo que esperemos a un momento del día con menos luz, por lo que es necesario la utilización de un trípode.

-La climatología. Una escena puede variar dramáticamente en función del clima que se dé en el momento de hacer la foto. Por lo tanto, elegir bien el momento en el que hacer la foto va a resultar determinante para obtener un buen resultado. Cuando empezamos en el mundo de la fotografía, asociamos el buen tiempo y los días soleados al mejor momento para hacer fotos. Con el tiempo nos iremos dando cuenta de la infinidad de posibilidades que ofrecen los días nublados, lluviosos, la niebla o la nieve. Los días soleados, en las horas centrales del día, generan una luz dura, con sombras muy acusadas y fuertes contrastes entre las luces y las sombras. Por el contrario, los días nublados dan una luz más suave, reduciendo ese contraste. No debemos dejar de buscar días de tormenta, niebla, viento, cielos especialmente nublados, o nieve.